jueves, 14 de julio de 2011
zen-sación
dentro mío vive un monje zen que cada mañana se sienta bajo un cerezo imaginario en posición de loto, con los ojos cerrados y la sonrisa naif del buda, respira hondo y permite que el sol calcine su rostro, la lluvia empape su túnica, la furia del viento envuelva su cuerpo y el rayo lo atraviese de la coronilla al coxis, sin inmutarse, hasta que un pétalo de una flor del cerezo cae sobre la punta de su nariz provocándole unas cosquillas que lo arrastran hasta el fuego del infierno y lo apartan otra vez del camino a la iluminación.
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siempre la puta gota que derrama el vaso de la tolerancia y nos hace así de irascibles, intratables y LOS repugnates seres que todos conocen a diario...
ResponderEliminarporque NADIE se toma el trabajo de venir a vernos ANTES... cuando somos dueños y señores de nuestro presente y futuro, con absoluto control sobre nuestra psiquis...
QUE SE CAGUEN...
OOOOOOOOOOOOOOOOHHHHMMMMMM
zen-cilla y zen-tida zen-sacion de zen-satez, di-zen que el que sonríe naif es otro zen-ior gordo zen-tado.
ResponderEliminarzen-tendió?
ohmmmmmmmmmmmm...
la culpa por supuesto que es de ellos, rastelman, gracias por iluminarme en ese punto
ResponderEliminarzen-cilla? ese gordo nunca estuvo zen-tado en un barril de pólvora
ves, acá es cuando necesito el botón de "me gusta" para darle click en el comentario de Zorgin.
ResponderEliminarY que humano que lo hace esa cosquilla al monje que te habita, tan vos.
humano, como sustantivo es un dato, como adjetivo es hermoso :)
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