martes, 25 de junio de 2013

Delicias turcas


En el vuelo de Frankfurt a Estambul en Turkish Airlines, nos convidaron con unos cubitos dulces que luego supe se llaman lokus. Son como una pasta gelatinosa con pistachos y otros frutos secos picados, cubierta con azúcar impalpable la mayoría de las veces. Los venden en todos lados y los dan para probar en todas las tiendas de dulces, tes, especias y demás exquisiteces.

El lokus es una de las tantas delicias turcas.


Probamos unos pastelitos fritos de los que no supe el nombre, rellenos con una pasta seguramente hecha a base de frutos secos. También probamos unos bollitos fritos recubiertos con miel, de una masa similar a la de los churros; y un budín muy dulce con almendras picadas.

Me gustó mucho una fruta llamada dut. Cuelga de los árboles y no hay más que arrancarla y comerla. Es del tipo de las moras o frambuesas. Cuando está madura es de color blanco, bien dulce y blanda al masticar. También la probé seca, ya que así la venden en las herboristerías. En Capadocia no es una fruta que se venda en los comercios: crece por todos lados. En Estambul sí la vimos en una frutería.

No probé el helado turco, pero mi compañera de viaje sí, quien asegura que no es muy sabroso. En cuanto a su consistencia, es más bien duro. Lo interesante es ver cómo lo amasan y aplastan, con un palo, mientras lo promocionan a los gritos y con una campana, al mejor estilo del heladero con carrito que solía recorrer las calles de Florida o Piriápolis.

Entre lo dulce y lo salado está la pasta o manteca de sésamo, mezclada con otros sabores, como por ejemplo el chocolate. Sería como un mantecol, pero más sabroso y de consistencia más suave. Me lo dieron a probar en un almacén (los turcos hacen buen marketing).

En el mercado de las especias probamos higos secos, frutos secos y varios quesos.

En cuanto al té, la única diferencia que noté es la cantidad que consumen: a toda hora, en unos vasitos de vidrio, generalmente decorados, con su platillo correspondiente. A veces con limón, a veces con azúcar en terrones. Sí probamos otros tés, como el de banana y miel o el de rosas.

El desayuno turco incluye pan, huevo, pepino, tomate, aceitunas, queso, mermelada y por supuesto mucho té.

Comimos kebabs casi a diario. Es la comida rápida de Turquía: pan (de pita o común), carne o pollo asados en un spiedo vertical y un relleno que varía pero que puede tener tomate, lechuga, cebolla, salsas, pepinillos y hasta papas fritas.

Tomé sopa un par de veces, picantes y sabrosas ambas. Una era de verduras y la otra de lentejas.

El yogurt es un ingrediente importante en la cocina turca. Lo ponen al costado de muchos platos, natural o condimentado con hierbas y especias.

La berenjena también es muy utilizada en los platos. Las comí en cubitos, saltadas con tomate.

También probamos: rollos de hojas de parra rellenos de arroz; papas preparadas como en una vinagreta; humus, que lleva garbanzos, tahini y jugo de limón; salsa de yogurt con ajo y menta; tomates saltados con mucho condimento.

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