Hoy de noche no pudimos salir del hostel debido a que la policía arremetió contra los ocupantes de la Plaza Taksim y del Parque Gezi. Fuimos a un comercio cercano a buscar comida y en el corto trayecto nos cruzamos con cientos de personas que intentaban alejarse de los gases y los chorros de agua. Hasta ahora y desde el miércoles pasado, la policía se había mantenido apostada en torno a la plaza y frente al Centro Cultural Ataturk, fuera del parque y con la orden de no intervenir en él. Más temprano, hacía las 4 de la tarde, una cuadrilla de trabajadores reenjardinaba la plaza, al tiempo que en el parque los ocupantes recibían con aplausos a un grupo de activistas veganos, que acababan de leer una proclama sobre la calle Istiklal.
Aprovecho este impasse obligado para sentarme a escribir. Estambul es hermosa. Huele a mar, a especias, a nueces tostadas. Los graznidos de las gaviotas y las llamadas a oración atrapan el silencio de la mañana, hasta ser ellos mismos acallados por bocinas y gritos. El tránsito es caótico, autos y peatones compiten por el espacio en cada cruce. Pero el transporte público es rápido, limpio y bien señalizado.
Visitamos los íconos de la cidad, como la Mezquita Azul, Santa Sofía y el Palacio Topkapi. Dedicamos largas horas a conocer la opulenta vida de los Sultanes, con sus exóticos trajes y sus obscenas riquezas. Pero fue al llegar al Puente Gálata - y recorrerlo por debajo, a través de la larga hilera de restaurantes; y por encima, junto a la también larga hilera de pescadores; y ver pasar las embarcaciones hacia el Bósforo; y sentir el soplo del Mar de Mármara en dirección al Mar Negro -, decía que fue entonces cuando recordé que este era el lugar, exactamente éste, al que quería llegar.
Los vendedores turcos son amables. Intentan hacerse entender en el idioma que sea. Utilizan trucos graciosos para llamar la atención de los desprevenidos turistas y la única manera de librarse de ellos es callarse y seguir de largo. Son rápidos con las cuentas y muy distraídos con el cambio, siempre el error a favor de ellos. Pero, estando atento, no hay ningún problema.
El té se toma a toda hora. Está lleno de barberías (los hombres, aunque sobrios para vestirse, aparentan ser coquetos). La zona adyacente a Taksim sería como una cuchilla, con pronunciadas pendientes a cada lado de la calle principal. La mayoría de las mujeres usa calzado bajo. Hay pocos perros - todos grandes y lanudos - y muchos, muchos, muchos gatos. En las calles se puede comer choclo asado, almejas con limón, nueces tostadas, churros (sin relleno), jugo de naranja, de limón y de granada. Gracias se dice teşekkür ederim.
Aprovecho este impasse obligado para sentarme a escribir. Estambul es hermosa. Huele a mar, a especias, a nueces tostadas. Los graznidos de las gaviotas y las llamadas a oración atrapan el silencio de la mañana, hasta ser ellos mismos acallados por bocinas y gritos. El tránsito es caótico, autos y peatones compiten por el espacio en cada cruce. Pero el transporte público es rápido, limpio y bien señalizado.
Visitamos los íconos de la cidad, como la Mezquita Azul, Santa Sofía y el Palacio Topkapi. Dedicamos largas horas a conocer la opulenta vida de los Sultanes, con sus exóticos trajes y sus obscenas riquezas. Pero fue al llegar al Puente Gálata - y recorrerlo por debajo, a través de la larga hilera de restaurantes; y por encima, junto a la también larga hilera de pescadores; y ver pasar las embarcaciones hacia el Bósforo; y sentir el soplo del Mar de Mármara en dirección al Mar Negro -, decía que fue entonces cuando recordé que este era el lugar, exactamente éste, al que quería llegar.
Los vendedores turcos son amables. Intentan hacerse entender en el idioma que sea. Utilizan trucos graciosos para llamar la atención de los desprevenidos turistas y la única manera de librarse de ellos es callarse y seguir de largo. Son rápidos con las cuentas y muy distraídos con el cambio, siempre el error a favor de ellos. Pero, estando atento, no hay ningún problema.
El té se toma a toda hora. Está lleno de barberías (los hombres, aunque sobrios para vestirse, aparentan ser coquetos). La zona adyacente a Taksim sería como una cuchilla, con pronunciadas pendientes a cada lado de la calle principal. La mayoría de las mujeres usa calzado bajo. Hay pocos perros - todos grandes y lanudos - y muchos, muchos, muchos gatos. En las calles se puede comer choclo asado, almejas con limón, nueces tostadas, churros (sin relleno), jugo de naranja, de limón y de granada. Gracias se dice teşekkür ederim.
"...este era el lugar, exactamente éste, al que quería llegar."
ResponderEliminarAfortunada. Y un placer leerte esta maravillosa pieza de viajero
gracias, alex! estambul fue una maravillosa manera de empezar este viaje. oriente y occidente confluyendo y mezclándose, eso es lo que quiero ver.
ResponderEliminarbesos
Voy a ir a Grecia la segunda semana de noviembre, ya que tengo familia en Volos peeero también quiero conocer Turquía. ¿Es recomendable conocer la ciudad en tour con guia? ¿Crees que sea sencillo llegar de Estambul a Capadocia? Quisiera experimentar el viaje en globo aerostático.
ResponderEliminarSaludos desde México, di con tu blog por coincidencia y me gusta mucho lo que he leido.
hola sandra,
ResponderEliminarestambul es fácil de recorrer por tu cuenta ya que los principales sitios para visitar están cerca unos de otros, en el barrio de sultanahmet. seguramente en el hotel/hostel donde te quedes, te den algún mapa o te indiquen como llegar. incluso si tenés que desplazarte más lejos, es fácil utilizar el transporte público en las zonas más céntricas.
a capadocia podés ir en avión, por pegasus, la aerolínea low cost de turkish airlines. si comprás los pasajes por internet unos días antes, seguramente te salga en cuenta. hay más de un aeropuerto en capadocia, yo volé a kayseri pero no es el único. también podés ir en ómnibus pero el viaje es largo, creo que unas 10 horas aprox.
yo no anduve en globo, aunque me dijeron que es muy lindo. personalmente, prefiero utilizar el dinero en otra cosa, por ejemplo en alquilar un auto para recorrer capadocia, vale la pena.
me alegra que te haya gustado mi blog, cualquier otra consulta, a las órdenes.
y buen viaje!!